30 de agosto de 2011
29 de agosto de 2011
Seis Años: Una historia Real
Comic/denuncia creado para dar a conocer y difundir los montajes policiales que en mayo de 2006 se cometieron contra lxs manifestantes de la 2ª sentada por una vivienda.
Podéis leerlo aquí
26 de agosto de 2011
22 de agosto de 2011
Jean Giraud y Hugo Pratt
Jean Claude Forest y Joseph Gillain dibujaban una onomatopeya y Jean Giraud y Hugo Pratt hacían el resto.
Vía Cartoonando
19 de agosto de 2011
Esconded las carteras que viene el Papa: El Fanzine ¡Ya está impreso!
Fanzine contra la financiación pública de las JMJ 2011 en un estado aconfesional:
Leemos en su tumblr:
Leemos en su tumblr:
¡¡YA ESTÁ IMPRESO EL FANZINE!!SI QUERÉIS SABER DÓNDE PODÉIS CONSEGUIR UNO O QUE OS LO ENVÍE, ESCRIBIDME AESCONDEDLASCARTERASQUEVIENELPAPA@YAHOO.ES.GRACIAS A LOS COLABORADORES Y AL PAPA, POR LA INSPIRACIÓN.
Tumblr del Fanzine, click
15 de agosto de 2011
Los marcianos la tienen pequeña
12 de agosto de 2011
10 de agosto de 2011
6 de agosto de 2011
Fanzinoteca d'Italia será parte del Tendenze Festival
La gente de la Fanzinoteca d´Italia nos informa de que particiarán en la muestra Tendenze Festival. A los fanzines españoles que ya les han enviado materiales (nosotros hicimos nuestro envío correspondiente) recuerdan que pueden sumarse zines musicales y seguir recibiendo otras propuestas:
Fanzinoteca d'Italia
Via E. Curiel, 51
c/o Circoscrizione 2
47121 Forlì FC Italy
Fanzinoteca d'Italia
Via E. Curiel, 51
c/o Circoscrizione 2
47121 Forlì FC Italy
5 de agosto de 2011
Crónica cargas en Madrid: Cuando giras a la izquierda y te encuentras con el norte
Crónica de Elisa G. McCausland
El pensamiento es la primera forma de activismo. Los movimientos son valores e ideas. La organización es crucial, pero tiene que realizarse en torno a algo (George Lakoff)
Al movimiento le han quitado un símbolo. A la ciudadanía le han negado la entrada al espacio público. En asamblea se debate sobre dónde está Sol, si en la plaza o en todos aquellos que apoyan el movimiento 15M. Hay otras plazas en Madrid. Desde el pasado martes, día en el que se amaneció con la noticia del desmantelamiento del punto de información, la policía ha sellado las distintas entradas a la Puerta del Sol. La reacción ha sido tomar Madrid, su espacio público, y caminar todas sus glorietas y plazas. Marchas espontáneas que han recorrido Madrid estos dos últimos días, desde el Kilómetro 0, pasando por Gran vía, Cibeles, Atocha o Embajadores, dependiendo del itinerario; pero siempre hacia el sur de la ciudad. Hasta ayer.
Los antidisturbios, tal y como hicieran el miércoles durante la marcha que se detuviera frente a la Empresa Municipal de la Vivienda, en Palos de la Frontera, se distribuyen a lo largo de la fachada del Ministerio, formando un cordón policial. La tensión se palpa en el ambiente. Por la calle Alcalá Galiano, lateral del Ministerio, llegan más furgonetas de la policía. Un amago de carga provoca que algunos corran dirección Serrano. La mayoría resiste hasta que, de repente, sin provocación aparente, los antidisturbios, armados con cascos, escudos y porras, cargan contra los manifestantes. Una turba de gente corre hacia el otro lado de la Castellana. El dispositivo avanza en formación. Aquellos que no han reaccionado a tiempo, junto con los que piden tranquilidad o gritan “¡Vergüenza!” reciben el grueso de la carga. Dos antidisturbios se ensañan con una joven atenazada por el miedo. Un grupo de cuatro apalea a un hombre de avanzada edad, a la vez que el grueso del dispositivo se despliega y empuja, a golpe de porra, a la masa de manifestantes hacia el norte de la Castellana.
En la retaguardia, algunos cuidan de los heridos. Se espera a la ambulancia, que tarda en aparecer. El hombre de avanzada edad yace conmocionado en los brazos de un compañero que no entiende por qué no llega la ayuda médica. La tensión se ha traducido en un espectáculo dantesco. Al otro lado de la calle, los clientes de una de las terrazas del paseo observan desde sus mesas. Tras la maniobra de acorralamiento, cerca de setenta antidisturbios vuelven hacia Colón. Algunos de ellos, unos veinte, se acercan hasta donde está el herido y los compañeros que le acompañan. A empujones, sacan a la gente de la calzada. El tono se eleva. Uno de ellos le arranca de las manos a una ciclista su bicicleta y la tira al suelo. Los presentes, ante la actitud violenta de algunos policías, piden tranquilidad. Algunos manifestantes, que se habían sentado en la terraza, son expulsados a empujones por los antidisturbios. Llega la ambulancia que, finalmente, puede atender al herido y a otros golpeados. Insultos sin sentido, soberbia tras el casco y cierta frustración. El tráfico se restaura en la Castellana. Los antidisturbios se repliegan, concentrándose en el paso de peatón frente al Hard Rock. Los apaleados enseñan su identificación. El norte vuelve a estar en orden.
- Tercer día desde el desmantelamiento del punto de información y el sellado de la plaza. Nudo en la calle Carretas. Nudo en la calle Preciados. Divididos en dos entradas a la Puerta del Sol, fuertemente vigiladas, los allí reunidos debaten. Después de hablar, de resistir, de gritar consignas, el grupo de Carretas decide ir a Callao. Rodean la Puerta del Sol, llegan a Preciados, donde se les suman los compañeros y compañeras, y parten calle arriba dirección Callao. Se toma la Gran Vía, rumbo a Cibeles. Son cerca de las diez de la noche y la calle se llena de gente.
- La marcha transcurre tranquila. En Cibeles, y a la espera de un segundo grupo que se acerca desde Gran vía, se improvisa una sentada. La policía ha cortado el tráfico en la glorieta. Se puede ver, a lo lejos, que otro coche de la policía municipal cierra el tráfico proveniente de Colón. A la vera del Ministerio de Defensa, el Banco de España, el Ayuntamiento de Madrid y la Casa de América, la cabecera decide girar a la izquierda.
- Unos tres mil paseantes caminan por el Paseo de Recoletos. Tras un parón en la Plaza de Colón, la marcha parece seguir Castellana arriba, pero ralentiza el paso y para delante del Ministerio del Interior. Hasta este momento, tan solo acompañan a los manifestantes los coches de policía que se encargan de ir cerrando el tráfico. Sin embargo, transcurridos unos pocos minutos desde el parón frente al Ministerio, las furgonetas de los antidisturbios comienzan a llegar, cerrando el paso desde Colón.
Los antidisturbios, tal y como hicieran el miércoles durante la marcha que se detuviera frente a la Empresa Municipal de la Vivienda, en Palos de la Frontera, se distribuyen a lo largo de la fachada del Ministerio, formando un cordón policial. La tensión se palpa en el ambiente. Por la calle Alcalá Galiano, lateral del Ministerio, llegan más furgonetas de la policía. Un amago de carga provoca que algunos corran dirección Serrano. La mayoría resiste hasta que, de repente, sin provocación aparente, los antidisturbios, armados con cascos, escudos y porras, cargan contra los manifestantes. Una turba de gente corre hacia el otro lado de la Castellana. El dispositivo avanza en formación. Aquellos que no han reaccionado a tiempo, junto con los que piden tranquilidad o gritan “¡Vergüenza!” reciben el grueso de la carga. Dos antidisturbios se ensañan con una joven atenazada por el miedo. Un grupo de cuatro apalea a un hombre de avanzada edad, a la vez que el grueso del dispositivo se despliega y empuja, a golpe de porra, a la masa de manifestantes hacia el norte de la Castellana.
En la retaguardia, algunos cuidan de los heridos. Se espera a la ambulancia, que tarda en aparecer. El hombre de avanzada edad yace conmocionado en los brazos de un compañero que no entiende por qué no llega la ayuda médica. La tensión se ha traducido en un espectáculo dantesco. Al otro lado de la calle, los clientes de una de las terrazas del paseo observan desde sus mesas. Tras la maniobra de acorralamiento, cerca de setenta antidisturbios vuelven hacia Colón. Algunos de ellos, unos veinte, se acercan hasta donde está el herido y los compañeros que le acompañan. A empujones, sacan a la gente de la calzada. El tono se eleva. Uno de ellos le arranca de las manos a una ciclista su bicicleta y la tira al suelo. Los presentes, ante la actitud violenta de algunos policías, piden tranquilidad. Algunos manifestantes, que se habían sentado en la terraza, son expulsados a empujones por los antidisturbios. Llega la ambulancia que, finalmente, puede atender al herido y a otros golpeados. Insultos sin sentido, soberbia tras el casco y cierta frustración. El tráfico se restaura en la Castellana. Los antidisturbios se repliegan, concentrándose en el paso de peatón frente al Hard Rock. Los apaleados enseñan su identificación. El norte vuelve a estar en orden.
4 de agosto de 2011
De quedada nocturna con unos colegas
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