18 de agosto de 2007

Los 5 Principales de La Pequeña Delirio

La Pequeña Delirio se hace eco de la propuesta de Kenny en su diario escrito en la eternidad. Como es colaboradora desde los inicios de Rantifuso, reproducimos su lista de sus 5 del momento.

El número 20 de X-Men (Que no Uncanny X-Men):Nostalgia por todos lados a la hora de hablarles de este cómic. La niña que ahora les escribe era por aquel entonces una pre-púber fascinada por la serie de televisión de la Patrulla-X. En la familia siempre ha existido una sana adicción a los quioscos de prensa, por lo que un domingo, al salir del cine, mientras mis padres se distraían con sus compras de papel, a mi me dio por rebuscar en el cajón de los tebeos. Allí encontré este número del que les hablo. Abrí sus páginas, leí los bocadillos pero no entendí nada. Todo estaba mal. Jean y Scott estaban enfadados por culpa de una tal Mariposa Mental que intentaba seducir al futuro marido de Fénix. Gatasombra cuidaba de una niña que tenía algo llamado el Virus el Legado. Pícara no podía ver. Júbilo estaba rara y, al final del tebeo, aparecía una heroína que decía ser la verdadera Betsy Braddock. Arrggghhh, dónde estaba mi Patrulla-X??!!!

Hellblazer 14. Abrázame: Para este cómic no tengo palabras y las tengo todas. Neil Gaiman y Dave McKean, tándem conocido por su obra magna, The Sandman, siendo el primero el perpetrador intelectual del delito y el segundo el maquillador de todas sus cubiertas, consiguen en este único número en blanco y negro arrancarme lagrimones del tamaño de la isla de Tasmania. Encontré la edición original de Zinco por casualidad en el Rastro y lo regalé. Luego lo volví a adquirir en un recopilatorio que editó Norma Editorial. Busqué el número original y lo volví a regalar. Me agencié otro recopilatorio, esta vez de Planeta, para un escéptico que también claudicó ante esta historia de calor en una noche fría. Una auténtica joya, no les digo más...

The Little Endless Storybook:Tenía una duda descomunal a la hora de elegir un número, arco argumental o momento del universo creado por el antes citado Neil Gaiman para este curioso top cinco y me he decidido por un cuento para niños escrito y dibujado por Jill Thompson, flamante ganadora de uno de los premios Eisner de este año. Esta historia solo está editada en Estados Unidos y cuenta las aventuras de una pequeña Delirio perdida en la Eternidad. Su fiel perro Barnabas irá a buscarla y, para ello, le preguntará a cada hermano de la diosa en tecnicolor dónde se encuentra su dueña. Sé que este sutil tres en uno es un poco decepcionante; no obstante, le debo a Jill mi alter ego, entre otras cosas, por lo que me siento justificada en mi travesura. Aun así, sepan ustedes que del universo de The Sandman me quedaría con "Preludios y Nocturnos", por suponer unos de los principios más brutales de los que ha sido testigo el mundo del cómic independiente americano; "Ramadán" y "Golden Boy", por agarrarme desde dentro y no soltarme en bastante tiempo; "Vidas Breves", por Delirio, Jill y los dramas familiares; "Las Benévolas", porque no lloré sola al leerlo; "Muerte, lo mejor de tu vida", porque Bachalo dibujaba como una adolescente y me encantaba; y "Lucifer", por sobrevivir a sus orígenes..

Promethea 10. Sexo, estrellas y serpientes: No podían faltar Alan Moore y su mítica Promethea. La historia es demasiado complicada como para explicarla de manera rapidita. Háganse a la idea de que hay mucha magia, cábala, mujeres y el apocalipsis. El número en cuestión es el del polvo más mágico que he tenido el gusto de presenciar. Una estudiosa Sophie ha estado haciendo sus deberes y, para pasar de nivel, recibe de su profesor una clase acelerada de magia. Delicioso y genial. Una maravilla. Corran a su tienda de cómix más cercana. Me gusta creer que este número es una especie de preludio de su trilogía de niñas perdidas, otro de esos regalos que el señor Moore le ha hecho hace poco al común de los mortales.


Calvin y Hobbes. Muñecos de nieve suicidas:Y lo mejor para el final. Me ha costado dios y ayuda encontrar la portada en internete, pero aquí la tienen. Mucho ha llovido desde que lo leyera por primera vez; hasta me hace sentir vieja, pero feliz. Editado en su momento por el módico precio de unas quinientas pesetas. Adictivo. Divertido. Salvaje. Pensar en él es sonreir. No lo dejen escapar, es humor por obra y gracia del señor Bill Watterson.

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